sábado, 1 de septiembre de 2012

Ruth y José





Vuelvo de vacaciones y me encuentro con lo que hace tiempo temía encontrarme,con que estas dos criaturitas inocentes han sido asesinadas por su propio padre.¿Motivo? Vengarse de la madre de los niños,su mujer,porque ella le ha pedido el divorcio.

No voy a recordar aquí todo lo sucedido desde la desaparición de estos dos inocentes el día 8 de octubre de 2011,hace ya casi un año.Todo el proceso,todos los acontecimientos están reflejados sobradamente en los diversos medios de comunicación.Yo más bien quiero dejar constancia de mi propio sentir ante este hecho que me atrapó desde el primer día y atrajo toda mi atención.

Si algo bueno tenemos los humanos son nuestros niños.Por ellos nos hacemos precisamente más humanos.Ellos significan para nosotros la posibilidad de mejorar nuestra especie,de subsanar todos los errores que hayamos podido cometer a lo largo de nuestras vidas.Tenemos hijos para volcar en ellos todo nuestro amor pero también para darnos una segunda oportunidad y conseguir realizar en ellos aquellos sueños que se nos quedaron por el camino.Si alguna vez nos sentimos frustrados,enfadados,hundidos,bastará con mirar a los ojos a un niño para levantarnos la moral y olvidar nuestras frustraciones.Y debemos hacerlo por ellos,porque ningún niño se merece el castigo de nuestra ira.Por eso,cuando vemos que un niño es maltratado,nos duele aunque no sea nuestro hijo.Nos sentimos entonces seres gregarios y en cierta forma nos hacemos responsables de las desdichas de ese niño.Por esa razón y por muchas otras,en mi cabeza no cabe que alguien pueda maltratar a un niño y menos aún que alguien pueda llegar a asesinar a sus propios hijos.


Estos desgraciados hechos nos muestran la cara más siniestra de nuestra especie.Nunca debemos olvidar que somos animales,aunque dotados de una inteligencia que debería humanizarnos para distinguirnos del resto.De hecho,normalmente así sucede.Pero de vez en cuando aparecen los instintos y se atrofia la inteligencia que entonces solo sirve para planificar el horror.


Se dan muy pocos casos entre los animales donde los padres terminen con la vida de los hijos y,cuando ello ocurre,suele ser obra del macho para conseguir a la hembra (como es el caso de algunos leones).Pero,cuando un ser humano hace lo mismo,desde mi punto de vista deja de ser un ser humano para convertirse en la peor de las fieras salvajes por lo que sería necesario encerrarle de por vida para que no vuelva a vivir en libertad entre los que fuimos un día de su especie.


Termino con un mensaje de apoyo y de cariño para esa madre que lleva casi un año sufriendo lo indecible,pues creo que no existe mayor dolor en la vida que perder un hijo.Y si además son dos,como es el caso,y en estas circunstancias,el dolor se debe agudizar hasta límites insoportables.Ninguna palabra puede consolar ya a esta madre,lo sé,pero nuestro deber como personas es brindar todo nuestro apoyo a quienes han pasado por semejante trance.Yo lo hago desde aquí y también dejo mi sentir solidario en la página de Facebook  que tiene abierta Esther Chaves,la que ha sido brillante portavoz de la familia de Ruth Ortiz durante todos estos meses.Os animo a todos a dejar unas palabras de consuelo para ella.Y que estos dos angelitos,Ruth (6 años) y José (2 años),descansen en paz y sigan regalándonos sus sonrisas desde el paraíso (cualquier paraíso) en el que se encuentren.