martes, 30 de julio de 2013

Los árboles y el viento



Los árboles ya nos hablan con su porte y su belleza, con los colores de sus hojas y el aroma de sus flores, con la hermosa realidad de sus frutos. Y nos hablan de sus vidas, ancladas en tierra por la raíz pero también con vocación de vuelo intentando alcanzar el cielo con sus ramas más altas.
Pero cuando los árboles nos hablan de verdad, cuando nos cuentan y nos cantan sus penas y sus alegrías es cuando son dirigidos por el más genuino y prestigioso director de orquesta , el viento. Es entonces cuando cada árbol se convierte en músico virtuoso de la monumental orquesta sinfónica de la Naturaleza.







SAUCES

Los sauces son las escobillas que acarician suavemente la piel del tambor en las noches bohemias del jazz.
Aportan a la orquesta los sonidos más sutiles y sensuales y ello ocurre cuando el viento se hace brisa ligera y mueve sus desmayadas ramas rendidas por el peso de la nostalgia y por ese afán de querer besar el agua cristalina del río.
La música del sauce es, en las cálidas noches del verano, un susurro de palabras de amor de rama a rama, los suspiros que salen de la garganta de sus hojas cuando se abrazan empujadas por la brisa mientras añoran lluvias de primavera.






                                                                         

NARANJOS Y LIMONEROS

Naranjos y limoneros son los músicos mejor perfumados de la orquesta. En las tardes de las dulces primaveras, saturan de aromas de azahar el aire. Sus hojas repiquetean a las órdenes del viento y el sonido viene a ser un rasgueo de guitarras en un patio sevillano en las mágicas noches andaluzas.


                                                                           



PINOS

Los pinos se sitúan en el lugar más alto de la orquesta. Cuando el cálido aliento del viento en las mañanas del estío golpea sus  redondas y orgullosas copas, estas agitan sus agujas y suenan igual que un afinado xilófono de viejas piezas de madera.
Las vecinas cigarras aportan el acompañamiento rítmico con su monótono canto de siestas infinitas.


                                                                          


CASTAÑOS

Cuando el viento del otoño azota las ramas del enorme castaño, se produce un sonido grave y melancólico, una melodía triste que nos recuerda al saxo. Sus desmayadas notas consiguen que las hojas abandonen las ramas y comiencen a danzar cual expertas bailarinas mientras caen en graciosas piruetas y locos remolinos en busca de la mullida alfombra del suelo otoñal. Sus giros locos ofrecen un bello espectáculo a ritmo de blue al maravillado visitante de la foresta.





                                         CIPRESES

Tras las blancas tapias de los silenciosos cementerios, entre tumbas de mármol con jarrones de serios crisantemos, mecen los cipreses sus severas siluetas con movimientos lentos y solemnes, acordes con el tiempo y el lugar. Un viento sigiloso se cuela entre sus ramas y extrae de ellos notas de paz espiritual. Los muertos sonríen al escuchar ese sonido grave de ronco y lastimero violoncelo.

martes, 16 de julio de 2013

Pájaros y refranes










Solemos llamar pájaros a los listillos, a los aprovechados y a los sinvergüenzas: "un buen pájaro está hecho ese", decimos. Pues bien, vivimos en un país donde estos pájaros vuelan a sus anchas por el cielo patrio.
Además de aprovechados y sinvergüenzas, entran dentro de esta categoría también los chorizos y estafadores, aunque a estos habría que llamarlos más bien pajarracos y, por desgracia, también son abundantes por estas tierras.

Mientras, los sufridos ciudadanos, influenciados tal vez por la educación recibida o tal vez debido a nuestra forma de ser abúlica y siestera (y que conste que no tengo nada en contra de la siesta ) nos conformamos con aquello de "más vale pájaro en mano que un ciento volando" sin darnos cuenta de que los pájaros que nos sobrevuelan le dan la vuelta al refrán diciendo delante de nuestras narices aquello de "pa poca salud, ninguna" y piensan que es mucho mejor, donde va a parar, los cien pájaros que vuelan que el único que hay en la mano. Este, dicen, para los pringaos y los conformistas, esos que nunca moverán un dedo para parar los pies a los que lo queremos todo.






Pululando por las alturas, legiones de pájaros protegidos por el gobierno de turno (donde a su vez anidan también bastantes de estos ejemplares) se enriquecen a costa del pueblo pegados como lapas a sus poltronas un año sí y otro también. Y, cuando a la larga, al cabo de mucho tiempo, el pueblo comienza a despertar y a ver la realidad, es entonces cuando empieza a comprender aquello tan antiguo de "cría cuervos y te sacarán los ojos". A lo que los de la poltrona responden, también en nuestra cara: "Cría cuervos y eres tonto porque las gallinas ponen más". Aunque su filosofía va mucho más allá y así tienen como lema esto otro de "La gallina de arriba caga a la de abajo"

En fin, algo tan práctico y tan valioso como son los refranes españoles, tan cargados de razón y de filosofía de la vida y resulta que nos hemos olvidado de ellos apartándolos como algo antiguo y sin valor actual, como si fueran cosas de viejo y así nos va. De eso se aprovechan aquellos que no les importaría que volviéramos a la escuela de la dictadura donde la Historia Sagrada y el Catecismo eran las materias punteras quedando en las sombras las Matemáticas y las ciencias en general; o donde la Historia de España y del mundo estaba tan manipulada que los que crecimos en esa escuela no supimos la verdad hasta bien entrado los ochenta...Quieren volver a quedar todo "atado y bien atado" "como Dios manda" y que el pueblo vuelva a ser obediente y sumiso, que "cada mochuelo vuelva a su olivo" y nos dejemos de tantas historias reivindicativas.





Y mientras lo único que hacemos (y no todos) es criticar y poner verdes a los políticos de turno sin hacer nada. Ellos, los pájaros, se frotan las manos (o las alas) tan felices porque saben muy bien (ellos sí se saben los refranes) que "gallina cacareadora, poco ponedora".






martes, 9 de julio de 2013

Tolerancia en la blogosfera




"La Literatura es esencialmente soledad. Se escribe en soledad, se lee en soledad y, pese a todo, el acto de la lectura permite una comunicación entre dos seres humanos"  Paul Auster, escritor, guionista y director de cine.


Este mensaje del escritor norteamericano Paul Auster viene como anillo al dedo para explicar nuestra actividad diaria en este mundo de los blogs. La mayoría de nosotros escribimos para que nos lean y leemos para deleitarnos y para aprender con lo que otros escriben.

Pero hay veces en que aquello que escribimos choca con las ideas de quien nos lee o, al contrario, aquello que leemos choca con nuestra forma de pensar. Desde mi punto de vista, en estos casos, lo que se debe hacer es exponerlo sinceramente, con la mayor educación y sin ánimos de ofender a nadie ni de enfrentarse, solamente con un fin aclaratorio. Con ello, las posiciones quedarán definidas y el hecho no tendría que afectar jamás a las relaciones ni a la amistad.

Lo contrario de esta actuación sería cortar esa comunicación de raíz sin dar ningún tipo de explicación sólo por el hecho de no estar de acuerdo con lo leído o porque nos hemos sentido ofendidos.Esta actitud sólo demuestra inmadurez y siempre irá abocada a la desconfianza y a la rotura final de una relación que, con toda seguridad, siempre va a ser más beneficiosa para las partes que dolosa.

La tolerancia es una virtud muy necesaria en este mundo y lo contrario, la intolerancia, siempre ha sido la antesala de conflictos y  guerras que terminaron con muerte y desolación.

Seamos pues, en la medida de lo posible y en este mundo tan particular nuestro, tolerantes con las ideas de los demás. Todas las ideas caben en este mundo y en todos los mundos y todas nos enriquecen, incluso aquellas que no compartimos.