sábado, 24 de octubre de 2015

De aquellos polvos, estos lodos: GIBRALTAR



El último rey español de la Casa de Austria, Carlos II "El Hechizado", era hijo de Felipe IV y de Mariana de Austria. Nació el 6 de noviembre de 1661 y, al igual que ocurriera con tres de sus anteriores hermanos, no se esperaba de él que viviera muchos años ya que se le veía enfermo, raquítico y con claros signos de debilidad mental. Sin   embargo, y contra todos los pronósticos, sobrevivió.


Cuando estaba a punto de cumplir cuatro años, murió el rey, su padre, y Carlos heredaba un reino en ruinas en manos de cortesanos sin escrúpulos que lo manejaron a lo largo de toda su vida. Carlos II nunca gobernó por sí mismo y asistió, sin poder evitarlo, a la desintegración del tejido económico del país, a la incapacidad gestora de sus favoritos y a la depredación territorial de las últimas posesiones españolas en Europa por parte de los estados europeos,sobre todo de Francia.


Se casó en dos ocasiones, pero fue incapaz de engendrar un solo hijo por lo que comenzó a preocuparse más por la sucesión que por los problemas de la corona, lo que originó un enorme vacío de poder.


Años antes de morir, Carlos entendió que las grandes potencias europeas esperaban su fin para repartirse una corona a la que no había podido dar un heredero. Y así fue ya que Francia y Austria, las dos grandes potencias del momento, firmaron un tratado de repartición de España.




Ante el temor de ver a España dividida e influido por su último consejero, el cardenal Portocarrero, decidió testar a favor de Felipe de Anjou, su sobrino carnal y nieto del rey francés Luis XIV, ignorando al otro candidato también con derechos por familia al trono español, el archiduque Carlos de Austria.



Felipe fue proclamado rey en el otoño de 1700, nada más morir Carlos II. En principio, todas las naciones europeas aceptaron el nombramiento, excepto Austria que propuso la candidatura legítima del Archiduque Carlos, biznieto del rey español Felipe III (abuelo de Carlos II). Además, Austria se quejó de que Francia no había cumplido el tratado de repartición de España, pactado años antes.

Con Austria se aliaron Inglaterra, Holanda, Portugal y Alemania declarando todos ellos la guerra a Francia y, por consiguiente, a España. Comenzaba así la Guerra de Sucesión Española que iba a durar 13 años (1701-1714) y que más que una guerra por el trono español fue una auténtica guerra europea entre potencias por la hegemonía en el continente.



En una de las escaramuzas de la guerra, Inglaterra, siempre oportunista, con ayuda de Holanda, invadió el Peñón de Gibraltar (1704) del que tomó posesión en nombre del Archiduque Carlos y haciéndose fuerte en él. Posteriormente, en 1708, se adueñaron también de la isla de Menorca.




La guerra terminó con el Tratado de Utrech  cuando el Archiduque Carlos de Austria renunció al trono español al ser nombrado heredero de la corona austriaca al morir su hermano. En el tratado, las potencias reconocían como rey legítimo de España a Felipe de Anjou (Felipe V),con el que empezó a reinar en España la Casa de Borbón,  pero a costa de la liquidación de los restos del Imperio Español que pasaron a manos de otros países:


-Gibraltar y Menorca, para -Inglaterra.  (Menorca fue recuperada posteriormente por los franceses y devuelta a España.)
-El Milanesado, Nápoles y Cerdeña, para Austria.
-Sicilia, para Saboya.
-Colonia Sudamericana de Sacramento para Portugal.


En la actualidad, Gibraltar constituye la única colonia de un país europeo (Reino Unido) en territorio de otro país europeo (España).


Siempre me he preguntado...¿qué hubiera pasado si hubiese sido al revés, es decir, si hubiera sido España la que hubiese invadido un trozo de Gran Bretaña en 1705? ¿Seguiría siendo de España a estas alturas? Lo dudo mucho.